Una rendición ante los placeres ocultos. Canaliza tu atracción interior y libera tus impulsos más profundos. Adéntrate en la liberación, a medida que la flor clandestina se desvanece en la oscuridad. Cautivadoramente delicada. Impulsivamente salvaje.
El radiante azahar, oculto tras una sobredosis de nardo, se encuentra ante la vainilla más negra y voluptuosa, con toques de cuero y una pizca de sésamo tostado y salado. Una embriagadora combinación de vetíver y pachulí desprende notas de madera oscura e intensa, para aportarle una pincelada refinada de Alta Costura que perdura. Una opulencia oriental que exalta el abandono de una adicción. Radicalmente sutil. Radicalmente intensa.